Recolección de Agua de Lluvia: Ahorra y Protege el Planeta La recolección de agua lluvia es una técnica ancestral presente en todo el mundo. Permite conservar recursos hídricos y aprovechar el agua de forma eficiente en hogares y granjas. Es clave en zonas con escasez o sequías frecuentes. Formas de Recolección 1. En techos Canaletas y tuberías que capturan el agua desde la cubierta hasta tanques o cisternas. 2. Tanques de almacenamiento Depósitos para guardar el agua recolectada y disponer de ella en periodos secos. 3. Infiltración en suelos Zanjas, pozos o áreas permeables que conducen la lluvia al subsuelo, recargando acuíferos. 4. En espacios urbanos Jardines, parques y pavimentos permeables con sistemas que desvían el agua de lluvia para su aprovechamiento o recarga. Beneficios Principales 1. Conservación del agua Reduce la extracción de ríos y lagos, asegurando reservas para todos. 2. Control de escorrentía Disminuye inundaciones, erosión y sedimentos en cauces. 3. Protección ambiental Menos uso de bombeo y tratamientos, bajando el consumo energético y la huella de carbono. 4. Ahorro económico Baja la factura de agua potable y reduce la dependencia de redes públicas.

Recolección de Agua de Lluvia: Ahorra y Protege el Planeta
La recolección de agua lluvia es una técnica ancestral presente en todo el mundo.
Permite conservar recursos hídricos y aprovechar el agua de forma eficiente en hogares y granjas.
Es clave en zonas con escasez o sequías frecuentes.

Formas de Recolección
1. En techos
Canaletas y tuberías que capturan el agua desde la cubierta hasta tanques o cisternas.
2. Tanques de almacenamiento
Depósitos para guardar el agua recolectada y disponer de ella en periodos secos.
3. Infiltración en suelos
Zanjas, pozos o áreas permeables que conducen la lluvia al subsuelo, recargando acuíferos.
4. En espacios urbanos
Jardines, parques y pavimentos permeables con sistemas que desvían el agua de lluvia para su aprovechamiento o recarga.
Beneficios Principales
1. Conservación del agua
Reduce la extracción de ríos y lagos, asegurando reservas para todos.
2. Control de escorrentía
Disminuye inundaciones, erosión y sedimentos en cauces.
3. Protección ambiental
Menos uso de bombeo y tratamientos, bajando el consumo energético y la huella de carbono.
4. Ahorro económico
Baja la factura de agua potable y reduce la dependencia de redes públicas.

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