Bajo esas coloridas hojas de otoño
se esconden mariposas, luciérnagas
y pequeños sapos que intentan sobrevivir al frío.
Cuando rastrillamos y embolsamos todo,
nos llevamos también su único refugio.
Este otoño, deja un rincón silvestre
un lugar suave donde la naturaleza pueda dormir
hasta que regrese la primavera.
