Cada cabeza de girasol seca que queda en el jardín se convierte en un comedero natural para jilgueros, carboneros y otras aves. Durante el otoño y el invierno, esas semillas son un salvavidas cuando la comida escasea. En lugar de cortarlo todo, deja las flores en pie. Tu jardín seguirá alimentando a la fauna mucho después de que termine el verano. Una elección simple para ti supervivencia para ellos.

Cada cabeza de girasol seca que queda en el jardín se convierte en un comedero natural para jilgueros, carboneros y otras aves. Durante el otoño y el invierno, esas semillas son un salvavidas cuando la comida escasea.

En lugar de cortarlo todo, deja las flores en pie. Tu jardín seguirá alimentando a la fauna mucho después de que termine el verano.

Una elección simple para ti supervivencia para ellos.

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