Cada pequeña criatura cumple un papel en el ecosistema.
Las hormigas airean la tierra, los gusanos reciclan nutrientes,
las arañas controlan las plagas y las abejas polinizan nuestros alimentos.
Cada una de estas vidas, aunque a menudo ignoradas,
es esencial para la salud de nuestro planeta.
Respetarlas nos enseña humildad y conciencia,
recordándonos que el equilibrio depende incluso de los seres más pequeños.
Actos simples como devolver con cuidado un insecto al exterior
o dejar la tierra sin remover
pueden ayudar a mantener la red de vida que todos compartimos.
