Conos de coníferas: la diversidad de los bosques
Cada especie de conífera tiene su propio tipo de cono, una estructura fascinante diseñada para proteger y dispersar las semillas. Desde los grandes conos del abeto balsámico hasta los pequeños y redondeados del cedro blanco del Atlántico, cada uno cuenta una historia sobre su entorno y adaptación.
Los pinos, abetos y cedros aportan belleza y equilibrio a los ecosistemas forestales, ofreciendo refugio a la fauna y purificando el aire. Su forma y textura varían según la especie y el clima, pero todos comparten una misión esencial: perpetuar la vida del bosque.
