Convierte los restos de cocina en un potente alimento para tus plantas.
Los posos de café enriquecen las plantas amantes de la acidez como rosas y arándanos
Las cáscaras de huevo fortalecen tomates y pimientos con calcio
La leche diluida refuerza la inmunidad de calabazas, guisantes y pepinos
La ceniza de madera nutre zanahorias, brócoli y lavanda con potasio
La combinación adecuada marca la diferencia: alimenta con sabiduría, cultiva con belleza.
De la tierra a la flor, la naturaleza sabe lo que hace.
