Elegir una naranja sabrosa es más fácil de lo que parece.
Observa su ombligo: si está hundido hacia adentro, desprende un aroma cítrico fuerte y se siente pesada para su tamaño, tendrás una fruta jugosa y llena de sabor.
Por el contrario, las naranjas con ombligo plano o sobresaliente, sin olor y más livianas suelen ser menos dulces y con menos jugo.
La naturaleza nos da señales simples para disfrutar de lo mejor: solo hay que aprender a observar.
#Naranjas #FrutasFrescas #ComidaSaludable #VidaNatural #DisfrutaLoMejor
