En la Amazonía, los árboles juegan un papel crucial en la formación de los “ríos voladores”, que son vastos flujos de vapor de agua en la atmósfera. Estos se generan a través de la evapotranspiración de la selva, donde los árboles liberan vapor por medio de sus hojas. Este vapor se combina con la humedad del océano Atlántico y es transportado por los vientos alisios hacia los Andes y otras zonas, influyendo en el clima y el ciclo del agua. Los ríos voladores transportan más agua que el propio río Amazonas y tienen un impacto significativo en la lluvia y el clima de Sudamérica, lo cual es esencial para la Amazonía, la agricultura circundante y la vida de muchas personas en la región.
