Los Abuelos Nucleares de Fukushima
Después del desastre nuclear de Fukushima en 2011, provocado por un terremoto y un tsunami devastadores, la zona alrededor de la planta nuclear quedó altamente contaminada por radiación. Era peligroso entrar allí especialmente para los jóvenes.
Fue entonces cuando un hombre de 72 años, Yasuteru Yamada, tomó una decisión que sorprendió al país y conmovió al mundo: se ofreció como voluntario para entrar en la zona contaminada y ayudar en los trabajos de limpieza.
Pero no fue solo. Yamada organizó un grupo de más de 200 jubilados con experiencia en ingeniería, construcción y trabajos técnicos, y lo llamó Skilled Veterans Corps for Fukushima Cuerpo de Veteranos Calificados para Fukushima.
Dijo con serenidad:
Nosotros, los mayores, tenemos menos tiempo de vida por delante. Si alguien debe exponerse a la radiación, que seamos nosotros. No queremos que los jóvenes carguen con ese riesgo.
No buscaban gloria, ni reconocimiento. Solo actuaban desde el deber silencioso y el amor por las generaciones futuras. Un gesto profundamente japonés, marcado por el espíritu del gaman soportar con dignidad y el on, una gratitud que se expresa en acciones, no en palabras.
Así, estos abuelos nucleares se convirtieron en símbolo de valentía serena y sacrificio generoso, recordándonos que la verdadera fuerza no siempre se mide en músculos o juventud, sino en el corazón que elige cuidar, incluso cuando duele.
