Los clavos pueden ser pequeños, pero son gigantes antioxidantes.
Tienen más antioxidantes que los arándanos, lo que ayuda a combatir las bacterias, proteger las células e incluso refrescar el aliento de forma natural.
Agregue uno o dos dientes a su té, o mastíquelos suavemente después de las comidas para una mejor digestión y salud bucal.
Especia antigua, superpotencia moderna.
