Los productos de control de larvas a menudo contienen pesticidas neurotóxicos que atacan a los insectos del suelo, pero los efectos no se detienen ahí. Las aves que se alimentan de lombrices de tierra o escarabajos envenenados absorben las mismas toxinas, lo que lleva a la parálisis y la muerte. Un tratamiento para el “césped perfecto” puede repercutir en toda una cadena alimentaria, desde el suelo hasta el ave cantando en su nido. Un césped verde no vale una primavera silenciosa. Elige productos orgánicos o evita los químicos por completo.
