Señales de que tu cortisol está elevado
Aumento de peso, especialmente en el abdomen
Cambios de humor y ansiedad constante
Problemas de sueño o insomnio
Piel sensible, acné o irritaciones
Aumento del apetito y antojos dulces
Dificultad para concentrarte o recordar cosas
Cansancio persistente y falta de energía
Problemas digestivos y sensación de hinchazón
Sudoración excesiva o palpitaciones
Dolores de cabeza frecuentes
Debilidad muscular y lenta recuperación
Resfriados frecuentes o heridas que tardan en sanar
Escucha las señales de tu cuerpo y prioriza el descanso, la buena alimentación y el manejo del estrés.
