Te imaginas nadar en agua cristalina, sin químicos, rodeado de naturaleza? Así es una piscina natural: belleza, frescura y sostenibilidad, todo en uno.
Aquí te comparto cómo convertirte en un experto en su construcción y mantenimiento, paso a paso:
1 Elige el lugar ideal
Busca un área protegida del viento, preferiblemente con semisombra. Evita plantar cerca de árboles grandes: sus hojas pueden ensuciar el agua rápidamente.
2 Planifica el tamaño
Para nadar cómodamente, se recomienda un mínimo de 35 m y 1,8 m de profundidad. Si el espacio es menor, no pasa nada! Solo asegúrate de tener una buena tecnología de filtración.
3 Construye la estructura básica
Coloca una lámina de estanque resistente con un forro protector y una capa de arena. Divide el estanque en dos zonas: una para nadar y otra para regeneración con plantas.
4 Asegura la circulación del agua
Instala una bomba con filtros biológicos y de arena para mantener el agua en constante movimiento. Esto evita estancamientos y mantiene el agua clara.
5 Agrega plantas purificadoras
En la zona de regeneración, elige plantas acuáticas que filtren el agua naturalmente y prevengan el crecimiento de algas.
6 No descuides el mantenimiento
Retira hojas y algas regularmente. Revisa que la bomba funcione bien y limpia la lámina si aparece suciedad o acumulación.
Con un poco de planificación y cariño, tendrás una piscina natural que no solo refresca, sino que también embellece tu espacio y cuida el planeta!
Te animarías a construir una en tu patio? Cuéntame en los comentarios o comparte este post con alguien que ama lo ecológico
