Toma unas ramitas, entiérralas bien en un sustrato ligero con perlita y deja que este mineral haga su magia. Tendrás un árbol feliz en cada habitación.
Crassula ovata, el árbol de la felicidad
Originaria de Sudáfrica, esta suculenta se ha convertido en una de las plantas más queridas del mundo gracias a su resistencia, su longevidad y su crecimiento lento pero firme. En interiores alcanza 5060 cm, aunque los ejemplares cuidados durante décadas pueden superar con facilidad esta altura.
Conocida como árbol de la suerte, árbol del dinero, crassula plateada o crassula ovalada, siempre se trata de la misma planta: un pequeño árbol de hojas carnosas, brillantes y verde oscuro, capaces de almacenar agua y sobrevivir a largos periodos sin riego. Sus variedades suelen tener hojas redondeadas, aunque existen formas tubulares igualmente decorativas.
En plantas maduras, las flores blancas aparecen en otoño o invierno, discretas y estrelladas. Aunque no son espectaculares, aportan un encanto especial al conjunto. Con sus ramas gruesas y tronco leñoso, esta planta recuerda a un bonsái natural.
Cuidados esenciales del árbol de la suerte
Requiere muy poca agua; riego escaso y espaciado.
Tolera bien los descuidos, siempre que no sean excesivos.
Prefiere luz abundante, pero sin sol directo del mediodía.
Evitar ventanas orientadas al sur para no quemar hojas.
Temperatura ideal: cálido constante por encima de 20 C, con frescor nocturno para crecer mejor.
En verano, un balcón o alféizar bien iluminado le sienta de maravilla.
Poda y forma
La crassula responde bien a la poda ligera, útil para darle forma o para obtener hojas para multiplicarla. No podar en exceso: su crecimiento es lento y tardará en recuperarse. Con los años, sus ramas se vuelven leñosas, formando un auténtico árbol en miniatura.
Cómo multiplicarla de forma fácil
Corta algunas hojas sanas, colócalas sobre sustrato húmedo con perlita y cúbrelas ligeramente. En pocas semanas brotarán raíces y se convertirán en pequeñas plántulas. Mantén la humedad moderada y tendrás nuevas crassulas sin esfuerzo.
Crece solo unos centímetros al año, así que su tamaño reducido no debe preocuparte. Tras dos décadas, puede transformarse en un árbol robusto de hasta un metro, con un tronco grueso y una copa amplia y equilibrada.
