Un cultivo asociado de tomates bien planificado no solo ahorra espacio: crea un ecosistema autosuficiente en tu huerto.
Control de plagas integrado Caléndula, cebolla, albahaca y borraja repelen nematodos, gusanos y pulgones.
Mejora del suelo Las habas fijan nitrógeno, las zanahorias aflojan la tierra y las cebollas airean las raíces.
Atracción de polinizadores Girasoles, borraja y caléndulas atraen abejas y mariposas, favoreciendo una mejor fructificación.
Mayor resistencia La combinación de plantas reduce daños por viento, da sombra al suelo y conserva la humedad.
Cosechas más abundantes La sinergia fortalece los tomates y mejora el sabor de toda la producción.
Piénsalo como un mini ecosistema: tomates en el centro, rodeados de aliados que protegen, nutren y apoyan
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