Un pequeño gesto apagar las luces exteriores puede salvar vidas.
Cada luz encendida aumenta el riesgo de perder a un zorzal, un reyezuelo o un gorrión.
Cómo ayudar:
Apaga las luces innecesarias durante las migraciones de primavera y otoño
Usa sensores de movimiento y temporizadores en lugar de dejar las luces toda la noche
Protege ventanas y cristales para que las aves no confundan reflejos con el cielo
Cierra cortinas o persianas al anochecer, sobre todo en edificios altos
Planta árboles y arbustos nativos: refugios seguros para aves migratorias cansadas
